Sí es delito amar, me considero culpable.
Demasiado tiempo he vivido en el exilio.
Te propongo una amnistía.
Sí arrancarme el corazón pudiera,
y secar mis lágrimas quisiera,
dejaría de latir mi alma.
Con el último hálito osara,
desprender de mi piel tu presencia,
impertérrita porfía,
mi mordaza quitaría.
Te propongo una
amnistía.
Y no me arrepiento….
Quédate conmigo