El poder de las Palabras

El poder de las Palabras

Beatriz Salas y Ruth del blogs "A mi manera", gracias por declamar mi poema "Prefiero".

domingo, 27 de octubre de 2013

La muerte no existe

 
La muerte no existe.
Hay cinco sentidos humanos.
Los griegos:
Según Aristóteles, los primeros filósofos que lo precedieron propusieron como principio de todas las cosas diversas sustancias del mundo que los rodeaba: Tales de Mileto, el agua. Anaxímenes, el aire. Heráclito, el fuego, y Jenófanes, en cierto modo, la tierra.
Algunos hablan del espíritu como la quinta esencia.
Mi padre, que no era fil...ósofo proponía el sexto sentido.
Mi percepción de las cosas es que el ser humano es esencia y existencia.
La intuición es el decodificador de la mente, y el cuerpo un vehículo para evolucionar.
El universo la casa.
Recuerdo caminar el angosto pasillo tratando de no despertar a mis padres, con mis zuecos de madera.
Esas malditas ventanas siempre abiertas y los oídos atentos de mis vecinos, apropiándose de mi mundo.
Sus ojos puestos en mí.
Desde la terraza y escondidos detrás del bananero observándome.
Es triste pensarlos como espectadores.
Cuando uno es joven no tiene tiempo de husmear, pero créanme que los trescientos sesenta y cinco días del año intentaron manipular mi vida.
Hasta que te das cuenta, que fueron como los Nematodos (son unos gusanitos microscópicos de unos 0,2 milímetros que se introducen en las raíces para alimentarse de ellas).
Si estuviera vivo mi padre, me diría que lo olvide.
La memoria es traicionera.
La puerta blanca de mi casa me daba la bienvenida, la luz siempre encendida.
Transitar el pasillo era saber que no estaba sola.
Escuchar murmullos de voces femeninas armando un rompecabezas era absurdo, pero cierto.
Si estuviera viva mi madre diría. ¡Oscar cerrarle las ventanas de una vez, y me padre contestaría algún día¡
Ese día llego.
El tiempo pasó.
Hoy,
Ya no peregrino por el pasillo, tampoco mis padres.
Si volvieran a nacer me dirían que lo olvide.
La muerte no existe.
Los sentidos son cinco.
Algunos hablan de la quinta esencia.

sábado, 12 de octubre de 2013

Amor de madre:


Todo lo di sin esperar nada a cambio.

Es una regla sin excepción.

Construí un muro de contención para que el dolor no los doblegara.

Fui el escudo protector del sufrimiento.

Cada año era probarme en cuanto a fortaleza.

También he sentido angustia acompañada de entereza.

No me olvido de la soledad.

La verdad siempre fue mi norte.

Créeme que he batallado la mentira.

Pague muy caro sacarme las anteojeras y ver la realidad.

A veces cruel y despiadada.

Pero así es la vida.

No me arrepiento de amar.

El tiempo se va agotando, el río se seca.

Es natural su cauce.

Como natural es la muerte.

No tengo miedo de encontrármela cara a cara.

No hay nada pendiente.

La vida es fructífera, mi vientre floreció tres veces.

No espero agradecimiento, cumplí mi misión.

Aprendí a ser hija.

Aprendí a ser madre, esposa y compañera.

Aprendí de la vida.

Seguiré aprendiendo hasta el ultimo día.

No se trata de callar olvidando.

A veces comprendes que tienes que poner límites.

Los verbos son acciones contundentes,

no es fácil mirarse en el espejo esperando la respuesta.

Las preguntas son solitarias.

No creas que todo lo sabes.

Observa la naturaleza,

después de un fenómeno climático, él verdor resplandece.

El universo es perfecto.

El ser humano perfectible.

Amor de madre.

Lo sublime se alcanza con el primer beso.

Sientes felicidad arropando el cuerpo pequeño de tus hijos,

vas creciendo junto a ellos.

Experimentando la aventura de la adolescencia.

Resolviendo sus dudas de la mejor manera, amándolos.

Dejar que vuelen en plena libertad, aunque no estés en ella.

Permitir y permitirte acompañarlo en sus decisiones.

Respetar y respetarte para que puedan ser.

Amor de madre no tiene fecha de vencimiento.

Yo la sigo extrañando, necesitando y la siento cerca cuando la pienso.

La intuyo.

Solo es cerrar los ojos para saber que te acompaña.

Lo incondicional del amor es infinito.

 

 

 



 

 

 

 

 

domingo, 6 de octubre de 2013

Instintos vitales:



El animal se asusta del hombre.
El hombre y su instinto primigenio lo convierten  en  depredador.
No conoce límites.
Agrede y  se violenta ante la palabra disonante.
Deshumaniza su yo.
La esencia de su ser se desintegra ante el mínimo aullido.
Feroz corre a buscar su presa.
El disparo ahuyentó al animal.
En las noches de luna llena se transmuta en lobo.
El hombre herido ante la presencia del miedo,
enferma el cuerpo y mata al alma.
Cuántos muertos vivos transitan las calles.
Sí miras a los ojos detenidamente encontrarás cóncavos vacíos.
Lágrimas seca.
El animal llora ante el maltrato.
Cuántos muertos vivos  caminan de tu mano.
El momento de elegir es ahora.
La mochila es pesada sino decides,
se aferra a tu nuca.
La cabeza pesa como una piedra.
El mundo del hombre será olvidado.
Solo sobreviven los animales en jaulas de oro.