La muerte no existe.
Hay cinco sentidos humanos.
Los griegos:
Según Aristóteles, los primeros filósofos que lo precedieron propusieron como principio de todas las cosas diversas sustancias del mundo que los rodeaba: Tales de Mileto, el agua. Anaxímenes, el aire. Heráclito, el fuego, y Jenófanes, en cierto modo, la tierra.
Algunos hablan del espíritu como la quinta esencia.
Mi padre, que no era fil...ósofo proponía el sexto sentido.
Mi percepción de las cosas es que el ser humano es esencia y existencia.
La intuición es el decodificador de la mente, y el cuerpo un vehículo para evolucionar.
El universo la casa.
Recuerdo caminar el angosto pasillo tratando de no despertar a mis padres, con mis zuecos de madera.
Esas malditas ventanas siempre abiertas y los oídos atentos de mis vecinos, apropiándose de mi mundo.
Sus ojos puestos en mí.
Desde la terraza y escondidos detrás del bananero observándome.
Es triste pensarlos como espectadores.
Cuando uno es joven no tiene tiempo de husmear, pero créanme que los trescientos sesenta y cinco días del año intentaron manipular mi vida.
Hasta que te das cuenta, que fueron como los Nematodos (son unos gusanitos microscópicos de unos 0,2 milímetros que se introducen en las raíces para alimentarse de ellas).
Si estuviera vivo mi padre, me diría que lo olvide.
La memoria es traicionera.
La puerta blanca de mi casa me daba la bienvenida, la luz siempre encendida.
Transitar el pasillo era saber que no estaba sola.
Escuchar murmullos de voces femeninas armando un rompecabezas era absurdo, pero cierto.
Si estuviera viva mi madre diría. ¡Oscar cerrarle las ventanas de una vez, y me padre contestaría algún día¡
Ese día llego.
El tiempo pasó.
Hoy,
Ya no peregrino por el pasillo, tampoco mis padres.
Si volvieran a nacer me dirían que lo olvide.
La muerte no existe.
Los sentidos son cinco.
Algunos hablan de la quinta esencia.
Hay cinco sentidos humanos.
Los griegos:
Según Aristóteles, los primeros filósofos que lo precedieron propusieron como principio de todas las cosas diversas sustancias del mundo que los rodeaba: Tales de Mileto, el agua. Anaxímenes, el aire. Heráclito, el fuego, y Jenófanes, en cierto modo, la tierra.
Algunos hablan del espíritu como la quinta esencia.
Mi padre, que no era fil...ósofo proponía el sexto sentido.
Mi percepción de las cosas es que el ser humano es esencia y existencia.
La intuición es el decodificador de la mente, y el cuerpo un vehículo para evolucionar.
El universo la casa.
Recuerdo caminar el angosto pasillo tratando de no despertar a mis padres, con mis zuecos de madera.
Esas malditas ventanas siempre abiertas y los oídos atentos de mis vecinos, apropiándose de mi mundo.
Sus ojos puestos en mí.
Desde la terraza y escondidos detrás del bananero observándome.
Es triste pensarlos como espectadores.
Cuando uno es joven no tiene tiempo de husmear, pero créanme que los trescientos sesenta y cinco días del año intentaron manipular mi vida.
Hasta que te das cuenta, que fueron como los Nematodos (son unos gusanitos microscópicos de unos 0,2 milímetros que se introducen en las raíces para alimentarse de ellas).
Si estuviera vivo mi padre, me diría que lo olvide.
La memoria es traicionera.
La puerta blanca de mi casa me daba la bienvenida, la luz siempre encendida.
Transitar el pasillo era saber que no estaba sola.
Escuchar murmullos de voces femeninas armando un rompecabezas era absurdo, pero cierto.
Si estuviera viva mi madre diría. ¡Oscar cerrarle las ventanas de una vez, y me padre contestaría algún día¡
Ese día llego.
El tiempo pasó.
Hoy,
Ya no peregrino por el pasillo, tampoco mis padres.
Si volvieran a nacer me dirían que lo olvide.
La muerte no existe.
Los sentidos son cinco.
Algunos hablan de la quinta esencia.