silencio
porque me condenas prejuicio, a callar mis gritos
sí con el silencio procuro mi sentencia
cadenas que aprisionan el sentimiento,
y a la necesidad espontánea de volcar lo que siento
escribir nace de mi alma
mi peor enemigo, el miedo de no ser comprendida,
ello para mí será el destierro
cual será el juicio de mis escritos, y en el pensar me detengo
silencio que me ata al madero de mis dudas, y mientras contemplo mis poesías,
más sola me siento
cómo detener el cauce del río que naturalmente conoce su destino
sen ideas, pensamientos que fluyen
y al momento de parirse
hago silencio
este esta bueno, me gusto
ResponderEliminarPues este es el momento perder los miedos...Surgimos, y no hay nada que nos detenga, como nadie puede detener a ese río. El que quiera, aquí te tiene... Yo, me quedo en el remanso de una poza a esperarte.
ResponderEliminarUn abrazo